Que lejos quedaron aquellos años de colegial; adolescentes inquietos, llenos de alegría y sueños. Ahora, después de 52 años sabemos ya lo que el destino ¬nos había deparado.
O mejor dicho, parafraseando a Pablo Neruda “lo que finalmente nosotros fuimos capaces de hacer de nosotros mismos”.
Pablo decía:
Nunca culpes a nadie ni a nada
porque finalmente tu eres
el resultado de ti mismo
!!!!menos las arrugas y la calvicie diríamos al comparar las fotos del ayer con las de hoy!!!!
Pero lo que nunca cambiará son aquellos momentos que juntos vividos y que ahora son historias que evocamos al ver la fotos: anécdotas que precisamente hicieron de nosotros una gran familia, una familia con un hermano mayor Don Segundo Villanueva Mestanza.
Que grato suena ahora a nuestros oídos el himno del colegio ¬-al hacer clic en el título de esta entrada- : .….¡¡¡¡no olvidar, no olvidar San Ramón…¡¡¡.
Quizás ahora ya no podamos entonarlo con esa fuerza de jóvenes,
pero si lo hacemos con el corazón henchido de alegría al sentirnos agradecidos de nuestros maestros y de aquellas carpetas en las aulas que si hoy hablaran nos dirían cómo fuimos de traviesos y juguetones durante esos cinco años de colegiales
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