domingo, 1 de noviembre de 2009

Cumpleaños de nuestro querido Lindemberg

Mi estimado Lindemberg, que pases un lindo cumpleaños.
No tuve la suerte de compartir con ustedes las “Bodas de Oro”, pero Atilio, me contó lo lindo que lo pasaron.
Las palabras muy emotivas de Waldo……etc. Me hicieron transportarme hacia aquellos años cincuenta's…..

¿Te acuerdas de...?

Aquel tiempo, cuando las decisiones importantes se tomaban con un práctico:

Apane o Callejón oscuro... y todos lo agarrábamos a pataditas al tramposo?

Cuando se podían detener las cosas que se complicaban con un simple...

’Mano para la hora de salida’ ¡Vas a ver! .

Los errores se arreglaban diciendo simplemente: ¿Empezamos otra vez?

Tener dinero, sólo significaba poder comprarte una melcochita a la salida del cole...

Jugar un partidito, podía mantenernos felizmente ocupados durante toda una tarde...

Para salvar a todos los amigos en el escondite bastaba con un grito:

¡¡Ampay 1, 2 y 3!!!!!!!!!!!

¡Por mí! ¡y por todos mis compañeros!


Siempre descubrías tus más ocultas habilidades, a causa de un:

¿A que no eres capaz? ¡mujercita el que queda último!

Era lo único que nos hacía correr como locos hasta que el corazón se nos salía del pecho.

Las totoras con molle eran la más moderna, poderosa y eficiente arma que jamás se había inventado...

GUERRA; sólo significaba arrojarse con pepitas de molle durante las horas libres en clase...

La mayor desilusión era haber sacado un rojo en la libreta... y lo que nos esperaba cundo nuestro padre se enteraba?


Cuando una gaseosa de Trigoso o Yumagual era la mejor recompensa...

Quitar las ruedas pequeñas a la bici significaba un gran paso en tu vida.

Cuando la mejor diversión era ir los sábados a la piscina de Chontapaccha

Y ¡Que felicidad!!! cuando íbamos a Santa Apolonia, al Cumbemayo, las ventanillas de Otuzco, o de excursión fuera de la ciudad de Cajamarca, y nos entreteníamos durante horas y …….

Cuando leyendo una revista o peneca soñabas con Tarzán, y volar como superman...

Todas estas simples cosas nos hacían felices, no necesitábamos nada más que una pelota de futbol, unos chimpunes, unas zapatillas y un par de amigos con los que pasar sudando durante toda una tarde...

Y las corridas de toros, los partidazos en el canchón o en el campo deportivo, por la casa de los Carrillo, en Pueblo Nuevo, te acuerdas?

!Que tiempos aquellos!

¡NUNCA PIERDAS AL ADOLESCENTE QUE LLEVAS DENTRO!

Un fuerte abrazo y que disfrutes de tu torta de cumpleaños.
Salud, querido amigo….