Desde Cartagena, España, mis memorias sobre el querido "Viejo Bagate"
Sólo tras muchos años o mejor diría, hace muy poquitos, que para el caso es casi lo mismo; obedeciendo a la nostalgia que se acrecienta con la distancia y el tiempo, (casi 40 años, dejé mi Perú, Cajamarca y, mucho más) é interesado por una de mis aficiones, la pintura, concretamente la pintura peruana, y para mayor precisión, la cajamarquina, recurrí a Internet.
Con inusitada alegría y gran sorpresa ,encontré entre los pintores cajamarquinos, a Bagate, el mismito que impartía en las aulas del inolvidable colegio San Ramón, la asignatura de ” Dibujo, Pintura ó Trabajos Manuales”.
Esa alegría inicial se transformó en justificadísimo orgullo al comprobar que, ese profesor, mandón, renegón, corpulento y bonachón fuera el mismísimo, quien me enseñara las nociones básicas sobre esas artes que se ejercen, creo, más que con las manos con el corazón y que, si escuchara esta barata frase filosófica mía, seguro que nuestro profesor Villanueva, me jalaría de las orejas !
Antes de contar la anécdota que me trae a esta página, debo decir que jamás dejé de interesarme en saber qué eran de esos buenos amigos y compañeros de la promoción 59, que iniciamos en el año 55,
Léase: Waldo Urteaga, el chino Córdoba, Centurión y otros y que mi memoria se niega salir en mi ayuda. Ha querido la casualidad que contactara con el compañero David Cortéz, hecho que celebro alegremente porque, como decía antes, nunca abrigué la intención de olvidar a cuantos conmigo compartimos algo más que asistir a un centro de estudios.
El compa David me indicó muy brevemente los objetivos de la Web que se ha creado para aglutinar a los compañeros, mayormente cajamarquinos que por los años 55 iniciábamos nuestros estudios en aulas sanramoninas.
Y como estoy total acuerdo con ese proyecto, creo que para su configuración, en ella debemos aportar datos personales ,fotos, anécdotas y todo cuanto ayude a facilitar nuestra identificación.....que ya desde nuestra “abuelescencia “ como dice Pepe David, es bastante peliagudo.
Con ese interés os remito este relato, que de considerarlo adecuado podáis incluirlo.
Ocurría allá en el año 55 y en primero de secundaria, y a esa primera hora de la tarde y recién almorzaditos, el sueño nos ganaba imponiéndose a las ganas de trabajar, pero para el profesor Bagate, no había gaitas y su obligación lógica era exigirnos a realizar sus indicaciones y cumplir el programa.
Para ello, su porte serio, altivo y militar imponía mucho respeto; con las manos entrelazadas tras la espalda solía pasear por entre los pupitres cual senador romano; no cesaba de vigilarnos para llamarnos la atención en cuanto alguno de nosotros o casi todos, perdíamos interés por las tareas encomendadas, y sin querer nos quedábamos dormidos sobre el pupitre
El autoritatrio profesor, no se daba cuenta –o no quería comprender– que, cómo carajo podíamos estar atentos a esa hora? en que se imponía más la modorra que el deseo de realizar el trabajo manual indicado, por muy atractivo que fuera.
Cuando comprobó que nuestro aparente ebrio cabeceo se imponía en la mayoría de nosotros, fue cuando el profe Bagate, al estilo de Boby Capó, cantando Piel Canela –y tú, y tú, y solamente tú, tú…., señalándonos con el dedo, nos increpó: “.. es que no duermen en casa ¡carajo!, ¿qué hacen?”.
Su estruendosa voz retumbó en las paredes de la clase, con lo cual como resortes enderezábamos cabeza, cuello; tronco y extremidades, reanudando velozmente las tareas.
Como éramos victimas de “Morfeo”, el Profe. Villanueva ya muy cabreado emitió de inmediato su pregunta mortal que para nosotros nos pareció una apocalíptica afirmación, diciéndo: “ es que se hacen muchas pajas? seguro que todos los días”, tú Cortéz tú Centurión, y tú Encomendero, se hacen pajas?”; no tuvimos huevos, ni voz y menos valor para responderle, de inmediato como vizcachas, acosadas por el zorro, metimos la cabeza debajo del pupitre.
Como nos vio tan acojonados, al instante agregó: “Hacerse pajas no es malo, yo a vuestra edad, me las hacía, pero no todos los días, ¡carajo!”; sólo entonces pudimos reanudar la respiración sobre todo cuando apostilló: “Hacerse pajas no es malo, muchachos”. En ese instante fue cuando pudimos salir totalmente del escondite, con pícara sonrisa, victoriosos y absueltos de esa pecadora acusación..
Las miradas mutuas de complicidad de los compañeros no pudieron ser más elocuentes . Quien a esa edad se haya sustraído a ese vicio solitario no sabe lo que se perdió.
Y, así es ,como recibimos nuestra primera lección de sexualidad en una clase, nunca mejor llamada de Manualidades ; quizás no de la forma más adecuada ni con el profesor apropiado para esos menesteres pero sí con la sincera maestría de don José Villanueva :BAGATE.
Justicia es que vaya para él como al resto de profesores ,mi mayor gratitud, y muy especialmente al profesor Barboza Miller, quien, por muy antipedagógico y singular que fuera su método de calificarnos Os acordáis de los latigazos que tú libremente aceptabas en pago por ser mal estudiante y que otro compañero, por ti elegido, te los propinaba y que si el pata te los daba sin fuerza, el enano profesor de Anatomía, Zoología y Botánica, se encargaría de dártelos. La verdad es pocas veces ocurrió, pues todos le estudiábamos sus asignaturas.
Estoy seguro que ese cincho que le regalé “acariciaría”más potos para bien de todos los que se lo merecían y que hoy más que nunca, con el extremo opuesto (llámese cabeza) y el corazón, debemos agradecer con total humildad.
Edgardo Encomendero Yépez
Cartagena, España
Email: enco28@hot mail.com
miércoles, 30 de enero de 2008
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