Esta mañana, paseando por el parque, los he visto sentados en un viejo banco de piedra, compartiendo sus miguitas con los pájaros y he visto sus manos yertas de esfuerzos ímprobos; arrugas haciendo trincheras en sus frentes, quemadas por el sol de los estíos y en el fondo de sus ojos, una sonrisa agrietada por mil amaneceres en barbechos y noches en vela en las montañas que flanquean esta tierra carbonera y sencilla, cuna de sueños pintados de verde.
Hola amigos. Buenos días. Compartir con amigos queridos el festejo de sus bodas de oro, es un acto social de amistad, afecto y la confirmación de la gran calidad humana, de quienes celebran 50 años de egresados, demostrando que con amor, la felicidad es una realidad.
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